Dejémonos llevar por los susurros e intercalemos, entre ellos, silencios que digan más que mil palabras pronunciadas sin ser sentidas.

domingo, 23 de junio de 2013

El talento, de algunos tormento,
de otros esperpento y envidia.
La fortuna, que se mece como una cuna
a un lado y a otro.
La vida, una rueda que gira y que
desespera los intentos del progreso,
con su obseso sentimiento de egoísmo.
¿Un castigo o un premio?
¿Qué son estos elementos?
Un desquiciante rompecabezas
o, en ocasiones, nuestras últimas
exhalaciones de libertad.
Nuestros pensamientos.

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