Primero empiezo pensando en como llamar tú atención,
entonces veo tú rostro y se corta mi respiración.
Mi voz se quiebra en la calma de tu mirada que me deja anonada
y, que cual cuchillo impacta una y otra vez en mi corazón, quién
destrozado por la desolación desaparece entre lágrimas derramadas
y espinas clavadas en forma de cicatriz.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar